¿Cuándo es el momento de buscar ayuda?
La enfermedad mental es uno de los diagnósticos más frecuentes en la sociedad actual. Las estadísticas de la Alianza Nacional de Salud Mental muestran que 1 de cada 5 adultos estadounidenses vive con una condición mental, y que el 50% de todas las enfermedades mentales de por vida comienzan a los 14 años y el 75% a los 24 años.
Sin embargo, solo el 40% de las personas con problemas de salud mental reciben tratamiento. Hay varias razones para esto, incluida la falta de acceso a la atención y la falta de conciencia, pero la causa más común es la vergüenza y el estigma que rodea a las enfermedades mentales.
En el artículo de hoy, analizaremos por qué debe desaparecer el estigma que rodea a las enfermedades de salud mental, cómo saber cuándo es el momento de buscar ayuda y cómo la terapia puede beneficiar a cualquiera, no solo a quienes están en modo de crisis.
El estigma que rodea a la salud mental
El estigma en torno a la salud mental hoy a menudo proviene del miedo y la falta de comprensión. También hay representaciones despectivas, engañosas e inexactas de la enfermedad mental en los medios de comunicación, lo que aleja a las personas de buscar tratamiento cuando lo necesitan.
Las personas retrasan la búsqueda de ayuda o la evitan por completo porque les preocupa que sus familiares y amigos las traten de manera diferente. También pueden tener miedo de perder su trabajo, o alguna otra repercusión de esa índole.
Muchos perciben a menudo la necesidad de terapia como algún tipo de debilidad, cuando en realidad es todo lo contrario. Pedir ayuda demuestra fuerza.
Muchas personas se han criado en entornos donde las emociones se esconden debajo de la alfombra o en el que cualquier persona en terapia debe estar “loca”. Este tipo de estigma da como resultado emociones reprimidas, que solo volverán a atormentarte más adelante.
Señales de que necesitas buscar ayuda
Muchas personas evitan el tratamiento porque no están seguras de si lo que están experimentando es lo suficientemente grave como para justificar el tratamiento, o asumen o esperan que desaparecerá por sí solo. Desafortunadamente, cuando la enfermedad mental no se trata, los síntomas a menudo empeoran y pueden tener otros efectos dañinos a largo plazo.
Algunos signos de que es posible que debas buscar tratamiento incluyen:
- Duermes más de lo habitual o tienes problemas para levantarte de la cama, o apenas puedes dormir.
- Tienes una rabia, enojo o resentimiento desproporcionados.
- Tu ansiedad es tan severa que apenas puedes salir de tu casa.
- Te preocupas tanto que te estás provocando síntomas físicos.
- Has perdido interés en tus actividades favoritas.
- Te estás volviendo insensible a la vida en general.
- Te sientes desesperado la mayor parte del tiempo.
- Te estás aislando de tu familia y amigos.
La Asociación Estadounidense de Psicología sugiere buscar ayuda si síntomas como estos interfieren con tu capacidad para funcionar día a día.
No es necesario tener una crisis para beneficiarse de la terapia
La terapia es una herramienta valiosa que ayuda con muchos problemas y puede valer la pena seguirla incluso si no tienes un diagnóstico de salud mental.
Con frecuencia, las personas buscan terapeutas que les ayuden a afrontar las transiciones importantes de la vida, incluso si el cambio no es traumático.
La terapia tiene muchos beneficios y puede ayudar a mejorar en todas las áreas de la vida, incluida la relación con otras personas. Además, la terapia individual brinda a las personas un espacio seguro para explorar pensamientos, emociones y preocupaciones.
Muchas parejas buscan asesoramiento de forma proactiva para evitar problemas antes de que comiencen. Un terapeuta puede ayudar a las parejas a aprender nuevas formas de relacionarse y comunicarse de manera más eficaz.
Muchas personas buscan terapia para ayudarlas a alcanzar metas por las que están trabajando. El terapeuta a menudo los ayudará a elaborar un plan y a seguir los pasos para alcanzar el éxito.
Hablar con un terapeuta también puede aclarar tus pensamientos si tienes un problema que no estás seguro de cómo tratar. Discutir las cosas con un tercero neutral y obtener una perspectiva diferente puede ser extremadamente útil para encontrar una solución.
Los terapeutas escuchan, ofrecen orientación y enseñan habilidades de afrontamiento que pueden durar mucho tiempo después de que finalizan las sesiones de terapia.
La realidad virtual es una herramienta que los terapeutas utilizan cada vez más para ayudar a guiar a sus pacientes a través de técnicas de relajación, lidiar con las fobias y la ansiedad.
Junto con los entornos de relajación y atención plena, Amelia Virtual Care ofrece realidad virtual para ayudar a las personas a superar miedos como hablar en público y ayudarles a mejorar su rendimiento en los deportes.
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