Terapia cognitivo-conductual: Qué es y cómo funciona.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es uno de los tipos de terapia más utilizados y eficaces que existen. Típicamente considerada como el estándar de oro del tratamiento, la TCC ayuda a las personas a aprender a identificar y cambiar los patrones de pensamiento destructivos, que a menudo influyen negativamente en sus emociones y comportamiento. Durante la TCC, esos patrones de pensamiento se identifican y se cuestionan, y el objetivo final es sustituirlos por pensamientos más objetivos.
Este artículo explorará los componentes de la TCC, cómo funciona en varias condiciones, y cómo la realidad virtual está cambiando el juego cuando se trata de este tipo de tratamiento de salud mental.
Los componentes de la terapia cognitivo-conductual
Los principales componentes de la TCC son la terapia cognitiva, la terapia conductual y las terapias basadas en la atención plena. La terapia cognitiva se centra en los pensamientos que son responsables de los patrones emocionales y de comportamiento negativos. La clave es identificar los patrones de pensamiento destructivos y aprender a responder a ellos con un pensamiento más basado en la realidad.
La terapia conductual consiste en identificar los comportamientos problemáticos mediante el análisis. El objetivo es sustituir los comportamientos problemáticos por otros más eficaces. Para conseguir cambios a largo plazo, los terapeutas suelen recurrir a una combinación de intervenciones cognitivas y conductuales.
Las terapias basadas en la atención plena (mindfulness) son relativamente nuevas en la TCC y se centran más en el presente, mientras que la terapia cognitiva tradicional se centra en el pasado, el presente y el futuro.
La terapia cognitivo-conductual puede tratar diversos trastornos de salud mental
El propósito de la TCC es deconstruir las cosas que hacen que una persona se sienta ansiosa o asustada hasta el punto de que sus miedos sean más manejables. La TCC se utiliza para tratar una amplia gama de problemas y síntomas de salud mental, como por ejemplo
- Manejo del estrés
- Adicción
- Depresión
- Trastornos de ansiedad y pánico
- Trastorno bipolar
- Trastornos de la alimentación
- Trastornos de la personalidad
- Insomnio
- Ira
- Diversas fobias
Además de los trastornos mentales, la TCC es eficaz para ayudar a las personas a afrontar el dolor crónico.
Algunos ejemplos de TCC son la programación de actividades y las tareas de exposición graduada. La programación de actividades se utiliza a menudo con personas que viven con depresión. Un síntoma común de la depresión es la pérdida de interés en las actividades favoritas. Por lo tanto, un terapeuta puede trabajar con el paciente para programar las actividades que suele disfrutar para animarle a volver a realizarlas.
Las tareas de exposición graduada funcionan bien para las personas que viven con trastornos de ansiedad y fobias. La exposición es una técnica de TCC que ayuda a las personas a exponerse lentamente a lo que desencadena el miedo o la ansiedad extremos.
Realidad virtual y terapia cognitivo-conductual
Un elemento importante de la TCC consiste en enfrentarse a los miedos en lugar de evitarlos. La TCC utiliza la representación de roles para ayudar a los pacientes a prepararse para las situaciones que pueden causarles ansiedad o miedo, enseñándoles técnicas para manejar sus síntomas en el momento.
La terapia de realidad virtual está surgiendo como una herramienta eficaz para complementar la TCC tradicional.
La terapia basada en la RV no tiene necesariamente mejores resultados que la TCC tradicional, pero su uso en lugar de la exposición directa o como complemento de ésta tiene varias ventajas. La TCC con realidad virtual proporciona un entorno seguro y cómodo para el paciente y permite al profesional de la salud mental crear y gestionar los entornos de RV.
Dado que la RV se ha vuelto más accesible y ha aumentado su popularidad, también se ha convertido en una medida rentable para proporcionar esta valiosa terapia. La RV se utiliza en el marco de la TCC con la ansiedad, las fobias, el consumo de sustancias, los trastornos alimentarios, el tratamiento del dolor, entre otros. En algunos casos, los pacientes pueden hacer la terapia de RV en casa junto con el tratamiento en persona.
Amelia ofrece entornos de RV en restaurantes para pacientes con trastornos alimentarios con el fin de ayudarles a controlar su miedo a comer y a observar objetivamente su propia imagen corporal, que a menudo puede estar distorsionada desde su perspectiva. También hay entornos para ayudar a los pacientes con amaxofobia (miedo a conducir) que les exponen a autopistas congestionadas, tráfico intenso y otros escenarios de conducción desde una ubicación segura.
Si estás interesado en saber más sobre la terapia de RV, accede a nuestro directorio de especialistas y programa una sesión con un profesional sanitario de RV cercano a ti.