La Nueva Terapia Multisensorial Como Alternativa para el Tratamiento del TOC
Una nueva y original terapia de estimulación multisensorial, que incluye el uso de una mano de goma, muestra potencial para el tratamiento efectivo de el trastorno obsesivo compulsivo.
Regresar a la puerta de la casa múltiples veces para comprobar que la hemos cerrado con llave o que ninguna luz ha quedado encendida; lavarnos las manos innumerables veces; pensamientos intrusivos o miedo irracional a perder el control en alguna situación. Si bien todas estas acciones y muchísimas otras del comportamiento cotidiano pueden presentarse ocasionalmente en la mayoría de las personas, pueden convertirse en un trastorno más serio en aquellos que no consiguen deshacerse de estos pensamientos o acciones involuntarias. El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es una condición psiquiátrica que afecta a aproximadamente a un 3% de la población.
Hasta ahora las terapias más utilizadas para tratar el TOC son la psicoterapia, los medicamentos, la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la exposición con prevención de la respuesta (EPR) o una combinación de las terapias anteriores.
EPR es una de las que se considera más efectivas y consiste exponer a la persona a las acciones u objetos que le causan miedo o ansiedad para que estas aprendan a resistir y controlar sus obsesiones o compulsiones.
El problema con este tratamiento es que un 25% de los pacientes, aproximadamente, lo tolera muy mal. Los altos niveles de ansiedad que experimentan estas personas (al ser expuestos a superficies contaminadas y no lavarse las manos, por ejemplo) les lleva a abandonar el tratamiento antes de que puedan ver alguna mejoría.
Sin embargo una nueva forma de EPR que se basa en la terapia estimulación multisensorial, parece ser mejor tolerada por los pacientes, según un estudio realizado por Baland Jalal, neurocientífico de la Universidad de Cambridge, y su equipo de investigadores.
La ilusión de la mano de goma
Para el estudio se implementó un experimento que ellos llamaron “la ilusión de la mano de goma” para engañar al cerebro humano y hacerle creer que dicha mano forma parte de su cuerpo.
La ilusión consiste en sentar a una persona con ambos brazos sobre la mesa, y luego ocultar su mano derecha detrás de un cartón y colocar la mano de goma “en lugar” de su brazo derecho de forma visible.
Luego el investigador procede a acariciar con una brocha tanto la mano de goma como la mano oculta del participante. Pasados algunos minutos, el participante dice sentir caricias en la mano falsa como si fuera su mano verdadera.
En el estudio de Jalal practicó esta ilusión a 29 personas que fueron divididas en dos grupos: 16 de ellos se les acarició la mano falsa y la real al mismo tiempo, mientras que a los otros 13 en diferentes momentos.
Ambos grupos reportaron las sensaciones de que la mano falsa se sentía como la real. En el siguiente paso, se procedió a untar heces falsas en la mano de goma al tiempo que se les mojaba la mano real con una toalla de papel húmedo.
Luego se, procedió a acariciar ambas manos de nuevo con la brocha, y después se untaron las heces falsas en la mano real. Durante todas las partes del experimento los investigadores registraron los niveles de ansiedad, el deseo de lavarse las manos y expresiones de asco en sus rostros.
Si bien los resultados indican que el uso de la mano de goma podría generar efectos similares a la terapia ERP convencional, Jalal cree repetir este proceso varias veces, con la ayuda de un profesional, puede ayudar a los que pacientes a superar sus temores; pues no es su cuerpo sino la mano falsa lo que estaría expuesto al contaminante.
«Si se puede realizar un tratamiento indirecto que sea realista hasta cierto punto, (en el cual se contamina una mano de goma en vez de la real) ello podría servir de puente para que más personas puedan tolerar la terapia de exposición; inclusive reemplazarla completamente», dijo Jalal a la revista científica Inverse.
La percepción multisensorial puede influir en cómo percibimos nuestro cuerpo. La ilusión de la mano de goma es un ejemplo perfecto de la poderosa conexión entre lo que vemos y lo que sentimos.
El experimento además revela la forma en cómo están conectados nuestros sentidos, indicando que se están produciendo un cambios fundamentales las conexiones neuronales de nuestro cerebro. Esto es lo que se conoce como neuroplasticidad.
El cerebro, en realidad, está cambiando temporalmente para acomodar la nueva mano de goma. Y todo ello también ayuda a entender cómo podrían producirse los cambios estructurales en el cerebro que permitirían a los pacientes superar el trastorno. Así como los circuitos neuronales se adaptan para ‘incorporar’ a la mano de goma, pueden adaptarse para desasociar la ansiedad de los objetos que les causan fobias.
Referencias:
Patillo, Ali (2020) Alien Hands And Fake Feces: Scientists Create Bizarre New Ocd Treatment
Jalal B (2020) Fake it till You Make it”! Contaminating Rubber Hands (“Multisensory Stimulation Therapy”) to Treat Obsessive-Compulsive Disorder