¿Cuál es la diferencia entre estrés y ansiedad?
El estrés y la ansiedad son dos procesos fisiológicos que ocurren en todas las personas. Sin embargo, si bien ambos han aumentado en los últimos años, principalmente debido a la pandemia de COVID-19, muchas personas tienen problemas para distinguir entre las dos afecciones mentales. En el artículo de hoy, explicamos las similitudes y diferencias entre las respuestas emocionales y abordamos cómo de no tratarse a tiempo estas afecciones podrían convertirse en trastornos. También echamos un vistazo a algunos mecanismos de afrontación que podrían proporcionar cierto alivio para los casos leves. Finalmente, arrojamos brevemente una luz sobre la eficacia de una terapia innovadora y rentable que capitaliza la tecnología y satisface las necesidades de salud mental del futuro.
¿En qué se parecen el estrés y la ansiedad?
Las similitudes entre el estrés y la ansiedad tienden a eclipsar las diferencias subyacentes entre las dos condiciones mentales. Ambas son respuestas emocionales y fisiológicas con un conjunto de síntomas casi idéntico. En otras palabras, cuando una persona experimenta ansiedad o estrés, ambos pueden informar que sienten:
- Insomnio (dificultad para dormir)
- Dificultades de concentración
- Fatiga o cansancio
- Tensión muscular
- Irritabilidad
Sin embargo, aunque los síntomas pueden superponerse, el estrés y la ansiedad pueden surgir por diferentes razones.
¿Cuál es la diferencia entre estrés y ansiedad?
Aunque el estrés y la ansiedad pueden provocar síntomas de la misma naturaleza, la caracterización general de cada condición varía. Por ejemplo, en muchos casos, el estrés puede ocurrir debido a un desencadenante externo. Un ejemplo de tal desencadenante incluye una fecha límite de trabajo, problemas financieros o un acalorado debate con un ser querido. Cuando el estrés se vuelve excesivo, las personas pueden experimentar síntomas adicionales como problemas de digestión o enojo. Sin embargo, cuando las personas sienten ansiedad, sus preocupaciones se vuelven excesivas y persisten. Es posible que un factor estresante ni siquiera esté presente para que la ansiedad se apodere. Si bien es típico experimentar una ansiedad leve de vez en cuando, como momentos antes de dar un discurso, los casos más graves pueden provocar deficiencias o trastornos mentales.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, aproximadamente el 31% de los adultos en los Estados Unidos han experimentado un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas.
¿Un ataque de ansiedad es como un ataque de pánico? ¿Qué pasa con los ataques de estrés?
Primero, un ataque de estrés es un término que médicamente no existe. Las personas pueden experimentar momentos de alto estrés e informar la aparición de síntomas tanto físicos como mentales. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve demasiado abrumador, la situación puede generar ansiedad y dar la impresión de un «ataque». Este llamado «ataque de ansiedad» no está clínicamente reconocido por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). En cambio, la ansiedad excesiva y continua podría indicar un problema más grave o un trastorno subyacente, como el trastorno de ansiedad generalizada (TAG).Por el contrario, el DSM-5 sí reconoce los ataques de pánico. Un ataque de pánico es único porque es repentino e incluye un miedo intenso (sin una causa real o aparente) y reacciones físicas graves. La frecuencia de los ataques de pánico puede variar de una persona a otra, y las personas que sufren un episodio a menudo se sienten fatigadas o agotadas poco después. Los síntomas de un ataque de pánico incluyen:
- La sensación de muerte o peligro inminente
- Miedo a perder el control o morir
- Taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca)
- Transpiración
- Temblores o temblores
- Disnea (dificultad para respirar)
- Escalofríos
- Sofocos
- Náusea
- Calambre abdominal
- Dolor de pecho
- Dolor de cabeza
- Mareos, aturdimiento o desmayo
- Entumecimiento u hormigueo
- Una sensación de irrealidad o desapego.
¿Qué sucede si la ansiedad se vuelve más frecuente o severa?
Como se mencionó anteriormente, es típico que todas las personas experimenten ansiedad en un momento u otro. Sin embargo, cuando los casos de ansiedad leve se vuelven más graves y persisten durante períodos más prolongados, es posible que los profesionales de la salud mental deban intervenir y brindar la atención adecuada. Los casos más extremos de ansiedad podrían afectar negativamente el estado de ánimo y el funcionamiento y presentarse como trastornos de ansiedad. Si no se tratan, los síntomas de tales trastornos (por ejemplo, agorafobia durante la pandemia de COVID-19) podrían empeorar y reducir la calidad de vida de una persona.
¿Qué tratamientos o mecanismos de afrontamiento están disponibles para la ansiedad y el estrés?
En casos más leves de ansiedad o estrés, las personas pueden incorporar algunos de los siguientes mecanismos de afrontamiento para enfrentar tales escenarios de manera más saludable:
- Hacer deporte o alguna forma de actividad física.
- Respetando una dieta nutritiva y equilibrada
- Descansar al menos 7-8 horas por noche.
- Fortalecer el círculo social y llegar a amigos o familiares que puedan escuchar con atención.
- Encontrar momentos en la naturaleza
En casos más graves, las personas deben buscar ayuda externa de un profesional de la salud mental. Dichos especialistas podrían brindar apoyo objetivo y continuo para ayudar a que algunos trastornos sean más manejables. De manera similar, y en apoyo de dicho trabajo, la tecnología de realidad virtual (VR) ha demostrado ser propicia para el manejo del estrés y la ansiedad. La realidad virtual ha logrado grandes avances en la contribución a las intervenciones de los terapeutas en quienes viven con trastornos de ansiedad. La tecnología es tan eficaz como la terapia cognitivo-conductual, y los entornos virtuales y su configuración brindan una experiencia más segura y mejor controlada para los pacientes. Cuando la demografía de los pacientes está cambiando y la inclusión de tecnología en las intervenciones clínicas crece aún más, la realidad virtual va más allá de las expectativas y la atención mental. Desde Amelia Virtual Care, nos encantaría revisar cómo la tecnología de realidad virtual puede ayudarte a brindar apoyo a tus pacientes. Contáctanos para obtener más información. Podemos organizar una sesión de demostración y responder a todas tus preguntas.