¿Qué alternativas sin medicamentos existen para combatir la depresión?
Muchas personas de todo el mundo viven con depresión. Según la Organización Mundial de la Salud, el trastorno mental común afecta a más de 264 millones de personas de todas las edades.
Aunque existen tratamientos farmacológicos, como los antidepresivos y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), estos medicamentos recetados tienen algunas desventajas. Por un lado, pueden producirse efectos secundarios de leves a fuertes. Por otro lado, estos medicamentos pueden resultar costosos para quienes no cuentan con una buena cobertura de seguro médico.
Por lo tanto, la publicación de hoy explorará alternativas sin medicamentos para ayudar a combatir los síntomas de la depresión. Estas opciones no tienen como objetivo sustituir regímenes de tratamiento específicos para pacientes con depresión. Sin embargo, son acciones que incluyen mejores hábitos de estilo de vida, mejores mecanismos de afrontamiento del estrés y terapia cognitivo-conductual podría mejorar el bienestar mental.
¿Qué es la depresión?
Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), las personas con este trastorno de salud mental experimentan un estado de ánimo deprimido o una pérdida de interés o disfrute en las actividades diarias durante al menos dos semanas.
Algunos de los síntomas físicos pueden acompañar a un funcionamiento mental lento, como por ejemplo:
- Alteración del sueño o insomnio
- Fatiga
- Dolores
- Pérdida de peso
- Problemas para concentrarse, etc.
La Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud de 2017 (NSDUH) informó que aproximadamente el 7.1% de todos los adultos en los Estados Unidos tenían al menos un episodio depresivo mayor.
¿Cómo mejorar la salud mental sin medicación?
En algunos casos de depresión, pueden ser necesarios tratamientos farmacológicos. Los criterios para recetar medicamentos dependerá de la gravedad de la enfermedad y otros factores.
Sin embargo, existen diferentes enfoques que las personas que viven con depresión podrían integrar para ayudar a mantener un bienestar mental más saludable, siempre acompañado de la asesoría y seguimiento de tu médico especialista.
Manejando el estrés
En un estudio de Wichmann et al., se encontró que los individuos con depresión tenían concentraciones más altas de cortisol en comparación con aquellos con trastornos de ansiedad. En las cantidades adecuadas, el cortisol contribuye a ejecutar correctamente determinadas funciones corporales.
Sin embargo, si las personas mantienen niveles elevados de la hormona esteroide, podrían desarrollar:
- Nivel alto de azúcar en sangre
- Alta presión sanguínea
- Sistema inmunológico debilitado
- Aumento de peso
Y aumenta el riesgo de enfermedades graves como diabetes, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Un factor que contribuye a niveles altos y prolongados de cortisol es el estrés. Sin los mecanismos de supervivencia adecuados, las personas con depresión u otras afecciones mentales podrían exacerbar el estrés y provocar consecuencias indeseables para la salud.
En escenarios estresantes, puede resultar recomendable sugerir las siguientes actividades:
- Respiración profunda: este enfoque puede acompañar a otras prácticas como la atención plena. En este escenario, las personas ralentizan su respiración y centran su atención en diferentes partes del cuerpo, es decir, la subida y bajada del pecho.
- Ejercicio: participar en deportes o salir a trotar puede ayudar a liberar endorfinas y ciertos neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo.
- Relajación muscular progresiva: en esta práctica, las personas tensan intencionalmente los músculos de todo el cuerpo y mantienen la tensión durante varios tiempos. Una vez transcurrido ese tiempo, las personas sueltan la tensión para llevar los músculos a un estado laxo. Este enfoque también incorpora elementos de atención plena.
Reducir la ingesta de alcohol
Es importante disminuir drásticamente o recomendar un consumo moderado de alcohol y, en casos de un trastorno por uso de sustancias, seguir la supervisión por un médico.
El alcohol es un depresor del sistema nervioso central (SNC) que, de hecho, podría empeorar los síntomas de la depresión, como el insomnio.
Por ejemplo, mientras que el alcohol actúa como sedante y podría parecer una solución alternativa de «solución rápida» a los problemas del sueño, la evidencia acumulada ha sugerido que el consumo prolongado de alcohol puede alterar la calidad del sueño e incluso intensificar la necesidad de beber más. A esto se suma la posibilidad real de una mayor tolerancia debido al consumo continuo de alcohol durante un período prolongado y un riesgo elevado de otros problemas de salud.
Además, el alcohol reduce las inhibiciones y puede resultar en conductas de riesgo o malas decisiones con consecuencias a largo plazo. En estos escenarios, las personas que viven con depresión pueden experimentar sentimientos de culpa o falta de autoestima y aumentar el estado depresivo general.
Finalmente, si una persona está tomando antidepresivos, pueden ocurrir interacciones entre drogas y alcohol, lo que lleva a efectos secundarios más fuertes y un mayor riesgo de sobredosis de drogas.
Terapia cognitivo-conductual y realidad virtual
Se ha demostrado que la terapia cognitivo-conductual (TCC) es tan eficaz como cualquier antidepresivo individual para la depresión leve a moderada. Sin embargo, a diferencia de la medicación, el enfoque terapéutico permite a las personas identificar y cambiar patrones que afectan negativamente el bienestar mental y emocional.
En el ámbito de la psicología, la TCC es una de las teorías más utilizadas gracias a su cientificidad. Este enfoque, de hecho, se adapta mejor a las nuevas tecnologías debido a sus técnicas y premisas. Por ejemplo, los profesionales de la salud mental han empleado tecnología de realidad virtual (RV) para aplicar técnicas de TCC a los pacientes.
Afortunadamente, mucha evidencia científica ha demostrado los beneficios de la tecnología de realidad virtual en las prácticas clínicas, que incluyen, entre otros:
- Costos simplificados (tanto para pacientes como para médicos)
- Alto compromiso (debido a la gamificación y la configuración virtual)
- Similitudes extremas con la exposición in vivo (todo dentro de la oficina de terapia)
Por lo tanto, puede ser recomendable considerar la tecnología de realidad virtual como una herramienta de apoyo, aunque no como un sustituto.
¿Existe una cura permanente para la depresión?
Hasta la fecha, no existe cura para la depresión.
Esta enfermedad mental sigue afectando a muchas personas de diferentes edades en todo el mundo. Sin embargo, la ausencia de una cura no significa que la depresión sea incontrolable. Con un tratamiento adecuado, enfoques guiados y prácticas novedosas, la depresión es una enfermedad mental que podría mejorar con el tiempo.
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